Ouro Preto
Esta hermosa y acogedora ciudad ubicada entre montañas, destaca por su arte, por su importancia histórica, la buena comida minera y por su gente. Ouro Preto gira en torno de universitarios, comercio, restaurantes, y claro, de la historia que envuelve a sus construcciones calles y plazas. El festival de Invierno de Ouro Preto, en julio, con conciertos, obras de teatro y poesía, hacen que la ciudad no pare.
Tiradentes
Tiradentes no tiene la elegancia barroca de Ouro Preto y de São João del Rei, pero definitivamente es la más encantadora de las ciudades históricas mineras. En sus calles coloniales empedradas, las iglesias del siglo 18 dividen la atención con casas que albergan: restaurantes, posadas, anticuarios y tiendas de artesanias, que encienden sus lamparas al anochecer. Tiradentes está dejando de ser sólo un destino histórico, y se está volviendo un polo cultural. Hace mas de una década es sede de la “Mostra de Cinema” y del Festival de Cultura y Gastronomia. La buena mesa, es una característica marcante de la ciudad. La comida minera se sirve con abundancia en los restaurantes, que se esmeran preparando las recetas tradicionales. Para gastar energias, haga un trekking hasta los Mirantes da Serra, caminatas que duran entre 2 y 5 horas, con derecho a paisajes encantadores a 1200 metros de altura.
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São João del Rei
Tierra en donde las campanas hablan. Así es conocida la ciudad de São João del Rei y todo por una curiosa tradición: el toque de las campanas avisa dónde, cuándo y por cual celebrante se realizará una solemnidad religiosa. Una rica tradición, que junto con bellos patrimonios históricos, hace de la ciudad un itinerario turístico muy buscado. Vale la pena separar un tiempo para un paseo en la “Maria Fumaça”, trencito que une São João con Tiradentes recorriendo la “vieja ruta” de piso calzado y lindas cascadas.
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Diamantina
Ubicado en medio de la Serra do Espinhaço, la “cidade das serenatas”, como es conocida, lleva al visitante a tiempos remotos y románticos, cuando el oro y los diamantes eran encontrados aquí. La ciudad mantiene un centro histórico declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Diamantina gana nuevos colores, sonidos y visitantes durante las fiestas religiosas. En la primera quincena de octubre se realiza la Festa de Nossa Senhora do Rosário, con novenas, misa festiva y procesión. La artesanía de la ciudad fue elegida como representante oficial del Mundial 2014.
