Belém es una metrópoli moderna, pero que preserva su pasado de oro en el auge de la cultura del caucho. El auge de su historia vendría en el siglo 20, cuando el municipio recibió innúmeras familias de Europa y de otras partes de Brasil en el periodo de extracción del látex. Son de esta época importantes símbolos de la ciudad, como el Teatro da Paz, el Museu Paraense Emílio Goeldi, el Mercado do Ver-o-Peso y el Palacete Bolonha. La mesa paraense es rica en colores y sabores, como el tucupi, una infinidad de frutas como el bacuri, el asaí y el copoazú.